martes, 31 de mayo de 2011

Semana Santa Vocacional Misionera


compartimos contigo un poco de nuestra experiencia vocacional misionera en Ocotepec, comunidad de Koscatlan de los Reyes Veracruz. una comunidad de indigenas nahuatl a quienes agradecemos todo lo que nos enseñaron y compartieron. "Tlazocamate".
si tienes inquietud por vivir una experiencia de misión comunicate con nosotras.

miércoles, 4 de mayo de 2011

"¿Que has visto de camino María en la mañana? a mi Señor Glorioso, la tumba abandonada... Resucitó deveras mi amor y mi esperanza"

Resusucitó el Señor y con él la esperanza de la vida que cada día podemos recrear, el mundo que podemos transformar en justicia y fraternidad. Juntos construyamos ese mundo!!!!!

"Renace la esperanza..."

"RENACE LA ESPERANZA, LA VIDA SURGE, CRECE EL AMOR, FLORECE LA ALEGRÍA EN MEDIO DEL PUEBLO PUES JESÚS RESUCITÓ"

jueves, 24 de marzo de 2011

"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"

TOMA TU CRUZ Y SIGUEME.


Señor, es demasiado pesada,



por favor déjame cortarla


un poquito





Señor, por favor, córtala un  poquito más y podré cargarla mejor






Sólo hay una salida para los sufrimientos…pasando por ellos,

Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar.

Así que carga tu cruz y regocíjate en el premio.

Aprendamos a cargar nuestra cruz sin renegar y sólo pidamos al Señor fuerza y fortaleza

para salir adelante y salir triunfadores.

Cualquiera sea tu cruz, Cualquiera sea tu dolor, siempre habrá un resplandor , un atardecer, después de la lluvia …..

Quizás puedas tropezar, quizás hasta caer….. Pero Dios siempre está listo a responder a tu llamada ……



Dios siempre enviará un arco iris después de la lluvia.



lunes, 14 de febrero de 2011

Mensaje del Papa

Mensaje del Papa Benedicto XVI al II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones



Queridos hermanos en el Episcopado,


amados presbíteros,


religiosas, religiosos y fieles laicos


Próximamente se cumplirán 17 años del Primer Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones, convocado por la Santa Sede, en estrecha colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Confederación Latinoamericana de Religiosos. Aquel evento significó una importante ocasión para relanzar en todo el Continente la pastoral vocacional. El presente Congreso, que os disponéis a celebrar en la ciudad de Cartago, en Costa Rica, es una iniciativa de los Obispos responsables de la pastoral vocacional de América Latina y el Caribe, con la que se pretende seguir el camino ya iniciado, en el contexto de ese gran impulso misionero promovido por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida (Documento conclusivo, 548). La gran tarea de la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que respondan generosamente al llamado de Dios y se entreguen de por vida a la causa del Evangelio. Una acción misionera más incisiva trae como fruto precioso, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración. De alguna manera, la abundancia de vocaciones es un signo elocuente de vitalidad eclesial, así como de la fuerte vivencia de la fe por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios.


La Iglesia, en lo más íntimo de su ser, tiene una dimensión vocacional, implícita ya en su significado etimológico: «asamblea convocada» por Dios. La vida cristiana participa también de esta misma dimensión vocacional que caracteriza a la Iglesia. En el alma de cada cristiano resuena siempre de nuevo aquel «sígueme» de Jesús a los apóstoles, que cambió para siempre sus vidas (cf.Mt 4, 19).


En este segundo Congreso, que tiene por lema: «Maestro, en tu Palabra echaré las redes» (Lc 5, 5), los distintos agentes de pastoral vocacional de la Iglesia en América Latina y el Caribe se han reunido con el objetivo de fortalecer la pastoral vocacional, para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos y misioneros de Cristo, en las circunstancias actuales de esas amadas tierras. A este respecto, el Concilio Vaticano II afirma que: «toda la comunidad cristiana tiene el deber de fomentar las vocaciones, y debe procurarlo, ante todo, con una vida plenamente cristiana» (Optatam totius, 2). La pastoral vocacional ha de estar plenamente insertada en el conjunto de la pastoral general, y con una presencia capilar en todos los ámbitos pastorales concretos (Cf. V Conferencia General, Aparecida, Documento conclusivo, 314). La experiencia nos enseña que, allí donde hay una buena planificación y una práctica constante de la pastoral vocacional, las vocaciones no faltan. Dios es generoso, e igualmente generoso debería ser el empeño pastoral vocacional en todas las Iglesias particulares.


Entre los muchos aspectos que se podrían considerar para el cultivo de las vocaciones, quisiera destacar la importancia del cuidado de la vida espiritual. La vocación no es fruto de ningún proyecto humano o de una hábil estrategia organizativa. En su realidad más honda, es un don de Dios, una iniciativa misteriosa e inefable del Señor, que entra en la vida de una persona cautivándola con la belleza de su amor, y suscitando consiguientemente una entrega total y definitiva a ese amor divino (cf. Jn 15, 9.16). Hay que tener siempre presente la primacía de la vida del espíritu como base de toda programación pastoral. Es necesario ofrecer a las jóvenes generaciones la posibilidad de abrir sus corazones a una realidad más grande: a Cristo, el único que puede dar sentido y plenitud a sus vidas. Necesitamos vencer nuestra autosuficiencia e ir con humildad al Señor, suplicándole que siga llamando a muchos. Pero al mismo tiempo, el fortalecimiento de nuestra vida espiritual nos ha de llevar a una identificación cada vez mayor con la voluntad de Dios, y a ofrecer un testimonio más limpio y transparente de fe, esperanza y caridad.


Ciertamente, el testimonio personal y comunitario de una vida de amistad e intimidad con Cristo, de total y gozosa entrega a Dios, ocupa un lugar de primer orden en la labor de promoción vocacional. El testimonio fiel y alegre de la propia vocación ha sido y es un medio privilegiado para despertar en tantos jóvenes el deseo de ir tras los pasos de Cristo. Y, junto a eso, la valentía de proponerles con delicadeza y respeto la posibilidad de que Dios los llame también a ellos. Con frecuencia, la vocación divina se abre paso a través de una palabra humana, o gracias a un ambiente en el que se experimenta una fe viva. Hoy, como siempre, los jóvenes «son sensibles a la llamada de Cristo que les invita a seguirle» (Discurso en la sesión inaugural de la V Conferencia General, Aparecida, 13 mayo 2007). El mundo tiene necesidad de Dios, y por eso siempre tendrá necesidad de personas que vivan para él y que lo anuncien a los demás (cf. Carta a los seminaristas, 18 octubre 2010).


La preocupación por las vocaciones ocupa un lugar privilegiado en mi corazón y en mis oraciones. Les animo, pues, queridos hermanos y hermanas, a que se consagren con todas sus fuerzas y talentos a esta apasionante y urgente tarea, que el Señor sabrá recompensar con creces. Imploro sobre los organizadores y participantes en ese Congreso la intercesión de la Virgen María, verdadero modelo de respuesta generosa a la iniciativa de Dios, al mismo tiempo que les imparto una especial Bendición Apostólica.






BENEDICTO PP. XVI






[CARTAGO, 31 DE ENERO-5 DE FEBRERO DE 2001]

Gracias Costa Rica!!!!!!





El Señor haga florecer y dar fruto los esfuerzos
de este II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones!!!!!!

miércoles, 26 de enero de 2011

Segundo Congreso Latinoamericano de Vocaciones 2011

31 de enero al 5 de febrero de 2011 - Cartago - Costa Rica



Con el objetivo de “Fortalecer la cultura vocacional para que los bautizados asuman la llamada a ser discípulos y misioneros de Cristo en las circunstancias actuales de América Latina y el Caribe”, el Departamento de Vocaciones y Ministerios del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, en coordinación con otros organismos eclesiales, han organizado para el 2011, el II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones, que tendrá lugar del 31 de enero al 5 de febrero en Costa Rica


Este Congreso es una respuesta a los desafíos de Aparecida, puesto que en lo que se refiere a la formación de los discípulos y misioneros de Cristo, “ocupa un puesto particular la pastoral vocacional, que acompaña cuidadosamente a todos los que el Señor llama a servirle a la Iglesia en el sacerdocio, en la vida consagrada o en el estado laical. La pastoral vocacional, que es responsabilidad de todo el pueblo de Dios, comienza en la familia y continúa en la comunidad cristiana, debe dirigirse a los niños y especialmente a los jóvenes para ayudarlos a descubrir el sentido de la vida y el proyecto que Dios tenga para cada uno, acompañándolos en su proceso de discernimiento.


Plenamente integrada en el ámbito de la pastoral ordinaria, la pastoral vocacional es fruto de una sólida pastoral de conjunto, en las familias, en la parroquia, en las escuelas católicas y en las demás instituciones eclesiales. Es necesario intensificar de diversas maneras la oración por las vocaciones, con la cual también se contribuye a crear una mayor sensibilidad y receptividad ante el llamado del Señor; así como promover y coordinar diversas iniciativas vocacionales . Las vocaciones son don de Dios, por lo tanto, en cada diócesis, no deben faltar especiales oraciones al “Dueño de la mies” (DA 314).

UNIDOS EN ORACIÓN POR EL II CONGRESO LATINOAMERICANO DE VOCACIONES

 Jornada de Oración por los frutos del II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones del 31 Enero al 05 febrero 2011.

• Se sugiere: exponer el Santísimo Sacramento durante todo el día, realizar la Celebración Eucarística y concluirla con la Hora Santa.
• Ambientación: si fuera posible, se podría adornar el recinto con redes u otros motivos marítimos, se puede colocar algún poster con algún símbolo de mar. Aprovechar el C.D. cantos II Congreso Continental.


Monición de entrada:

Hoy nos reunimos como comunidad para orar por las vocaciones de nuestro Continente y de Latinoamérica. Oremos por los frutos del II Congreso de Vocaciones que se realizará en nuestro País la próxima semana.

Oremos por los participantes de las diversas delegaciones que nos visitaran y por todos nosotros que viviremos y haremos de esta experiencia de Iglesia un nuevo resurgir como bautizados.

Canto: Pescador de hombres 176 Cantad alegres 260 del Devocionario Vocacional
Lectura Evangélica (Lc. 5, 1-11)

Estaba él a la orilla del lago Genesaret el gentío se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.

Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.

Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.

Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. Palabra del Señor.
Reflexión
Ya desde el comienzo de su ministerio, Jesús busco personas que le ayudaran a extender el Reino de Dios. “Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo” ¿Paso casual de Jesús por aquel trozo de playa, o elección deliberada? Dios se sirve de causas ordinarias, pero también busca situaciones. Lo importante es que la mirada de Jesús se detuvo en los dos hermanos. Un día también el Señor pasó junto a mí, en medio de mis ocupaciones ordinarias. Y cada día pasa de nuevo a mi lado. ¿Me hallo siempre atento a su encuentro?
Jesús dijo a Simón: “Rema mar adentro y echad las redes para pescar”

Que expliquen los intérpretes como puedan la abundante pesca, que hacia hundir las barcas de Simón y sus compañeros; pero tanto el numero de peces capturados como la esterilidad de la noche anterior abogan por la intervención milagrosa de Jesús, que quiere impactar a los pescadores. ¿Quién no tiene en su biografía personal alguna pagina que obliga a pensar en la presencia indiscutible del Señor?

Apoyados en este experiencia, hemos de seguir fiándonos de Jesús, cuando nos invita a remar mar adentro, y esperar la redad. La primera virtud que revela Simón, el Pescador, es la obediencia. Podía haberle dicho a Jesús: “Tú entenderás mucho sobre el Reino de Dios, pero aquí el experto en pesca soy yo”. Expone, si, la reciente experiencia negativa, pero obedece: “Por tu palabra echare la red”. Al comienzo de la nueva etapa de Jesús resucitado, Pedro también obedecerá a la sugerencia: “Echad la red a la derecha y hallareis”.

Fue en el mismo lago Genesaret y hubo pesca abundante.

Volviendo a la primera, Simón junto a la obediencia al mandato de Jesús, muestra la humildad tras el éxito: “¡Señor, apártate de mí que soy pecador!”. En este mendo tecnificado corremos el peligro de atribuir las cosas extra que os ocurren al eficacismo infalible de las previsiones y los medios. Pero en el orden espiritual hemos de decir siempre: “Somos siervos inútiles: solo hemos hecho lo que debíamos hacer” y hemos de recordar la advertencia de Jesús: “Sin mí no podéis nada”.

Con la obediencia y la humildad, Pedro ya se está preparando para la llamada. Por eso, “Jesús dijo a Simón: “no temas, desde ahora serás pescador de hombres”. Marcos añade un “Venid conmigo”, que completa el triple elemento de la vocación apostólica: es la iniciativa de Jesús, es para estar con Él, es para conquistar hombres. Hoy, hay que quitar hasta la apariencia de coacción de apostolado. Más bien debe ser una oferta de la opción cristiana, entre otras. Lo del anzuelo y las redes solo puede significar el atractivo personal de Jesús y su Evangelio.

Canto: Pescador 256 del Devocionario Vocacional u otro

Salmo aclamado: A cada frase respondemos: Porque confió en ti.


Me llamaste y escuche tu voz R/ Porque confió en ti.

Dijiste mi nombre y conocí tus palabras. R/ Porque confió en ti.

Me convocaste a la aventura de la fe R/ Porque confió en ti.

Me aseguraste tu presencia y compañía R/ Porque confió en ti.

Tu palabra, transparente, actual, interpelante, me salió al encuentro R/ Porque confió en ti.


La oración compartida con mis hermanos me fue mostrando el camino R/ Porque confió en ti.

Un oído en tu Palabra el otro en las cosas que pasan R/ Porque confió en ti.

Muchos que anduvieron antes, estos pasos, me alentaron con su ejemplo y con su entrega.

R/ Porque confió en ti.


Otros tantos, anónimos constructores del Reino, me animan, a diario, a seguir adelante.

R/ Porque confió en ti.

Escuche tu palabra, viva, presente, estimulante. R/ Porque confió en ti.

Te pusiste en mi camino y me encontré a tu lado R/ Porque confió en ti.

Las palabras escritas hace tanto se hicieron vida nueva y propuesta de cambio y de entrega

R/ Porque confió en ti.

Me acostumbre a buscarte en la noche tarde o al amanecer, temprano R/ Porque confió en ti.


Dame fuerzas para ser fiel a tu palabra R/ Porque confió en ti.

Dame fuerzas para ser fiel a mis hermanos R/ Porque confió en ti.

Dame fuerzas para vivir con coherencia el evangelio a diario R/ Porque confió en ti.

Te escuche, te escucho y te respondo: “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad” R/ Porque confió en ti.


Dame fuerzas, Señor, dame fuerzas para lograrlo. R/ Porque confió en ti.


Canto: Háblame 16 del Devocionario Vocacional u otro

Preces

Llamados a Lanzar redes, invoquemos al Señor y supliquémosle que atienda nuestras suplicas. R/Dadnos vocaciones Señor.


• Por la Iglesia:

Oremos para que situados en la Barca de Cristo, podamos ir mar adentro y lanzar las redes a todos aquellos bautizados que no le reconocen, no le escuchan y no le sigue. Roguemos al Señor.

• Por los obispos:

Oremos por las conferencias Episcopales representadas en el Congreso, para que como Pastores del Rebaño de Dios, puedan orientar a la luz del Evangelio las nuevas exigencias de todos los bautizados. Roguemos al Señor

• Por los Sacerdotes:

Oremos para que desde su servicio en bien de las vocaciones, puedan desde los seminarios, las parroquias y comunidades cristianas, fomentar y suscitar servidores en bien del Reino de Dios. Roguemos al Señor

• Por los diáconos:

Oremos para que desde su ministerio permanente en la iglesia, puedan ser testigos de Cristo y generosos en el servicio a los hermanos. Roguemos al Señor

• Por los religiosos y religiosas:

Oremos para que desde sus carismas y servicios, puedan contribuir eficazmente con los que sufren y pasan cualquier necesidad. Roguemos al Señor.

• Por la familia:

Oremos para que los esposos desde el sacramento matrimonial vivan y trasmitan a sus hijos la fe y el amor a Dios que les llama a la Santidad desde el núcleo familiar. Roguemos al Señor

• Por los jóvenes:

Oremos para que anuncien a Cristo desde sus realidades y encuentren en otros jóvenes nuevos impulsos de dar fe Señor a aquellos que viven en situaciones de pecado. Roguemos al Señor.

• Por los educadores y educadoras:

Oremos para que vivan su trabajo como una llamada de Dios y transmitan desde sus vivencias de vida a Cristo. Roguemos al Señor.

• Por los participantes del próximo Congreso:

Oremos para que su viaje les traiga con bien y fieles puedan aprovechar este momento eclesial en bien de todos los fieles bautizados. Roguemos al Señor.

• Por las actividades del Congreso:

Oremos para que contribuyan todos en promover la cultura vocacional. Roguemos al Señor


Canto: Himno del Congreso: CD Cantos Congreso o en facebook- pastovoc.


Oración del II Congreso.

Señor Jesús, como llamaste un día a tus primeros discípulos para hacerlos pescadores de hombres, ven a visitarnos a la orilla del mar que abraza las costas de nuestro Continente. Te acogemos en la barca de nuestra Iglesia latinoamericana y caribeña: queremos oír de tu voz fuerte: “lancen las redes”, para sacudirnos al final de una noche de cansancio; pero a pesar de todo tu Palabra nos fascina y la propuesta de tu Reino nos entusiasma ¡Percibimos los albores de un nuevo amanecer que pueda llenar nuestras redes!

Danos tu Espíritu para discernir las aspiraciones y las hesitaciones de los jóvenes de hoy, a la vez deseosos de servir y temerosos de avanzar mar adentro. Danos la sabiduría de llevártelos. ¡Que vayan, vean y te sigan!

Ilumínanos para que les ofrezcamos itinerarios adecuados de formación que les prepare a dar sentido a la vida del hombre y de la mujer de hoy, les permitan ser buenos samaritanos para los heridos de la vida y profetas de la justicia para tantas víctimas de la corrupción y de la violencia.

Ayúdanos a ser testigos alegres y decididos de una vida de servicio, radicalmente entregada a Dios y al prójimo, en la vida matrimonial, sacerdotal, consagrada, contemplativa o misionera, dentro o fuera de nuestras fronteras.

¡Qué sepamos convencer que la pastoral vocacional concierne a los miembros de cualquier grupo, movimiento o asociación apostólica, a todos los agentes de pastoral sin excepción!

Te agradecemos Padre, la voz profética de nuestros obispos latinoamericanos que nos convocan a un Nuevo Pentecostés y a la Misión Continental. Te renovamos nuestra voluntad de lanzar las redes para que nuestros pueblos vivan su fe como una experiencia de vida plena.

Acompáñanos en este Congreso para que aprendamos a trabajar con una fe renovada en tu Palabra y con un nuevo entusiasmo. Te lo pedimos por la intercesión de la Virgen de Guadalupe.

Amén

Examen desde el amor

Juan Pablo II en el año 2004 nos invita a “Remar mar adentro” (Duc in altum)

Nos decía: “Quien abra el corazón a Cristo no solo comprende el misterio de la propia existencia, sino también el de la propia vocación, y recoge esplendidos frutos de gracia. Primero, creciendo en santidad por un camino espiritual que, comenzando con el don del Bautismo, prosigue hasta alcanzar la perfecta caridad (Cf. Ibid,30).

Viviendo el Evangelio, el cristiano se hace cada vez más capaz de amar como Cristo, a tenor de la exhortación: Sed perfecto como vuestro Padre celestial es perfecto. (Mateo 5, 48). Se esfuerza en perseverar en la unidad con los hermanos dentro de la comunión de la Iglesia, y se pone al servicio de la nueva evangelización para proclamar y ser testigo de la impresionante realidad del amor salvífico de Dios.

Preguntémonos:

¿Cuáles son tus rasgos más santos? ¿Cuáles los menos?

¿Cómo entiendes la perfección en el amor, la santidad?

¿Cómo vives tu vocación?

¿Cómo se vuelca tu relación con Dios a los demás? ¿Compartes tu fe con otros? ¿Qué podrías hacer para que otros conociesen algo más de Dios?

Proseguía el papa “Confiad en Él, escuchad sus enseñanzas, mirad su rostro, perseverad en la escucha en la escucha de su Palabra. Dejad que sea Él quien oriente vuestras búsquedas y aspiraciones, vuestros ideales y los anhelos de vuestro corazón.

Pregunta:

¿Hacia dónde va tu vida?, ¿Cuales son tus aspiraciones, tus deseos más profundos?, ¿Qué tienen que ver con los deseos de Dios para tu vida? Cada uno de nosotros es protagonista de su propia existencia ¿te sientes así, llevas el timón de tu barca? ¿Cómo escuchas la voz de Dios?, ¿Cómo dispones de tu corazón para hacer que el Señor actué en ti?, ¿estás dispuesto a dejarte moldear y guiar por Él?

“Ustedes queridos padres y educadores cristianos, a los amados sacerdotes, consagrados y catequistas. Dios os ha confiado el quehacer peculiar de guiar a la juventud por el camino de la santidad. Sed para ellos ejemplo de generosa fidelidad a Cristo. Animadles a no dudar en «remar mar adentro» respondiendo sin tardanza a la invitación del Señor. Él llama a unos a la vida familiar, a otros a la vida consagrada al ministerio sacerdotal. Ayudadles para que sepan discernir cual es su camino, y lleguen a ser verdaderos amigos de Cristo y sus auténticos discípulos. Cuando los adultos creyentes hacen visible el rostro de Cristo en la palabra y con el ejemplo, los jóvenes están dispuestos más fácilmente a acoger su exigente mensaje marcado por el misterio de la Cruz.

¡No olvidéis, además, que hoy también se necesitan sacerdotes santos, personas totalmente consagradas al servicio de Dios! Por eso querría repetir una vez más: «es necesario y urgente enfocar una vasta y capilar pastoral de las vocaciones que lleguen a las parroquias, los centros educativos, a las familias, suscitando una reflexión más atenta a los valores esenciales de la vida, los cuales se resumen claramente en la respuesta que cada uno está invitado a dar a la llamada de Dios, especialmente cuando pide la entrega total de sí y de las propias fuerzas para la causa del Reino» («Novo millennio ineunte» 46)

Preguntémonos:

¿Quiénes han sido ejemplo de fe para ti?

¿Coinciden tus modelos humanos con los religiosos?

¿Te gustaría llegar a ser como alguien en particular?

¿Alguien te ha ayudado a acercarte al Señor?, ¿haz ayudado a alguien?

¿Crees ser ejemplo de cristiano en algún sentido?

¿Rezar por las vocaciones es suficiente?, ¿se puede hacer algo más?

¿Cómo reconocemos lo fundamental de la vida?, ¿no es esta una función fascinante del pastor?

La Virgen lanzó a Jesús al mundo en Caná ¿Te dice algo a ti, en tu corazón, esta Madre que nos dio Dios?, ¿te está pidiendo algo?


Confiadamente nos dirigimos a Cristo, Sumo Sacerdote, y le decimos con renovada esperanza:

Jesús, hijo de Dios, en quien habita la plenitud de la divinidad, que llamas a todos los bautizados a “remar mar adentro”, recorriendo el camino de la santidad suscita en el corazón de los jóvenes el anhelo de ser en el mundo de hoy testigos del poder de tu amor.

Llénalos con tu Espíritu de fortaleza y de prudencia para que lleguen a descubrir su autentico ser y su verdadera vocación.

Salvador de los hombres, enviado por el Padre para revelar el amor misericordioso, concede a tu iglesia el regalo de jóvenes dispuestos a remar mar adentro, siendo entre sus hermanos manifestación de tu presencia que renueva y salva.

Virgen santísima Madre del Redentor, guía segura en el camino hacia Dios y el prójimo, que guardaste sus palabras en lo profundo de su corazón, protege con tu maternal intercesión a las familias y a las comunidades cristianas, para que ayuden a los adolecentes y a los jóvenes a responder generosamente a la llamada del Señor

Amen

¿Siento en el corazón tanto el deseo como la responsabilidad de involucrarme apasionadamente en esta solicitud a Dios por más mejores vocaciones?